Si bien hasta ahora los resultados no han sido positivos, hay actuaciones individuales sobresalientes en Centauros de La Guaira. Una de ellas es Wuilman Velásquez, quien ha fungido como ese pelotero que todo equipo necesita.

 

Wuilman es uno de los juveniles del conjunto mitológico y se ha encargado que su nombre en el roster no solo sea para cumplir con una normativa de la liga. Su desempeño en el terreno ha servido para que sea una pieza fija en el lineup diario, tanto de Mike Rojas, como de Marco Davalillo.

 

Tuvo la oportunidad de ser firmado en el soñado julio 2 por los Rays de Tampa Bay. Jugó una temporada en la Dominican Summer League, pero fue dejado en libertad a principios de este año. Sin embargo, eso no fue razón para rendirse y seguir perseverante en busca de una oportunidad, un sueño.

 

“Agradezco la oportunidad que me está brindando Centauros. Es una experiencia muy bonita la que estoy viviendo, es lo que uno siempre ha querido hacer. Se siente bastante bien poder estar al lado de muchos peloteros y técnicos de experiencia. Me ha ayudado mucho”, fueron las primeras palabras del jardinero.

 

El muchacho de 19 años está en el roster desde el comienzo del torneo, pero fue en la sexta fecha, ante Samanes de Aragua cuando hizo su debut y desde entonces no ha dejado de rendir.

 

“Lo primero es darle gracias a Dios por mantenerme saludable para poder estar en el lineup. Es emocionante ver mi nombre ahí todos los días”, atizó el hábil madero zurdo.

 

Velásquez es el segundo mejor promedio de la novena litoralense (.327), producto de 17 imparables en 52 turnos (Un doble, un triple, seis impulsadas y cinco anotadas) y es líder en boletos (10) para un OPS de .852, el segundo del equipo. Además, se ha estafado dos bases lo que demuestra su valía como primer bate, algo tan importante para las aspiraciones de cualquier conjunto.

 

“He aprendido a aprovechar las oportunidades. Ya estar en el equipo es la más grande. Me han enseñado desde pequeño que si se abre una ventana hay que hacer lo posible por entrar. Desde pequeño he querido estar donde estoy ahora y debo valorar esto”, señaló el oriundo de Yaracuy.

 

No ha sido un camino fácil, según sus propias palabras, pero gracias a los consejos de sus padres pudo salir de su “zona de confort” en busca de un sueño.

Sus abuelos viven en Valencia, donde fue visto en varios tryouts que lo llevaron a Centauros.

 

“He aprendido muchas cosas. Para tener resultados hay que hacer sacrificios. Son oportunidades que se deben aprovechar y que marcan diferencias”, dijo el dorsal 1.

 

El pequeño toletero ha sido un dolor de cabeza para los lanzadores rivales. Con sus números anteriormente mencionados, ha tenido la capacidad de estar mucho tiempo en circulación, pero cuando falla, la mayoría de las veces lo hace sacando muchos pitcheos, lo cual es un aspecto importante para un primer bate.

 

“Considero que me ha ayudado mucho la preparación que tuve en la pretemporada y la que sigo teniendo en las practicas antes de los juegos. Trato de enfocarme siempre en sacar muchos lanzamientos para tener turnos de calidad para que mis compañeros vean qué es lo que tiene. Es una gran responsabilidad ser el primer bate del equipo, pero me siento bien”, comentó.

 

Recientemente Luis Jiménez anunció su retiro y Velásquez no dudo en dejar par de palabras para el “Gigante de Bobare”, quien se convirtió en un referente de una generación y hasta hace escasos días fue su compañero de clubhouse.

 

“Lo veía desde niño. Uno sigue a las personas que lo hacen bien y él me ayudó mucho desde el principio. Me dijo que para lo que sea contara con él, que no dudara en preguntar. Me ha dado muchos consejos”, afirmó "Chivita"

 

Con todo el mundo por delante, Wuilman está concentrado en el presente, en seguir aportando al equipo para que lleguen las victorias. “Mi trabajo hablará por mí. En estos momentos, al igual que todos mis compañeros, lo que se quiere es ganar”.

 

Antes, durante y después de cada choque está lleno de energía, por adverso que se haya tornado la jornada. Con una sonrisa y siendo la prueba de que nunca es tarde para cumplir los sueños, siempre y cuando se trabaje para cumplirlos, Velásquez está feliz de ser el orgullo de su familia y de todo Urachiche.